El Economista
Bacardi ha decidido destinar su mayor destilería -la de Cataño en Puerto Rico- a fabricar junto con Olein Refinery la materia prima que permitirá la producción de más de 1,7 millones de unidades de 10 onzas de desinfectante para manos. Con un 70 % de alcohol, estos productos cumplen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para contener la propagación del virus.
El cambio en la producción de Bacardi está ayudando a suministrar el etanol necesario para producir los desinfectantes para manos tan necesarios y demandados como resultado del COVID-19.
El más de medio millón de unidades de desinfectante para manos producido en sociedad con Bacardi será donado a las comunidades locales. Bacardi ha comenzó a distribuir a trabajadores del USPS, bomberos y policías estos desinfectantes para manos gratis, junto con productos desinfectantes producidos por Olein.
La compañía planea expandir la distribución la próxima semana a organizaciones sin fines de lucro, incluida Fondos Unidos (United Way). Los empleados y los contratistas de Bacardi también recibieron productos gratis, ya que la salud y la seguridad de las personas siempre es la prioridad de esta compañía de propiedad familiar.
«Esta es una compañía de propiedad familiar, y sabemos lo que significa cuidar a una comunidad necesitada», afirma Jose Class, vicepresidente, Cadena de Suministro y Fabricación, para Bacardi América Latina y el Caribe. «En los 158 años de Bacardi, hemos soportado tiempos difíciles y hemos aprendido que la resiliencia, el optimismo y la comunidad son lo que nos hará más fuertes».
El cambio temporal en la producción comenzó el 17 de marzo y continuará mientras sea necesario, indica la empresa en un comunicado.