MISAEL AUTE
Habitantes de los ejidos de “San Antonio Nuevo León” y “Francisco Villa” (antes Ciprés), municipio de Simojovel, se disputan desde hace 32 años un predio denominado “Los Arrayanes”, situación que de no tener una solución pronta, podría derivar en un conflicto armado.
El diputado local, Jhonattan Molina Morales, consideró no obstante, que los involucrados han iniciado un proceso de diálogo para llegar a un acuerdo. “El problema es añejo y existe la posibilidad de que ante la tardanza para resolverse se dé un enfrentamiento en la zona”, dijo.
Señaló que ante los primeros indicios de esta situación, la Secretaría General de Gobierno ha actuado y ha convocado a las partes a mantener pláticas, pues lo que menos se desea es que se repita una situación donde se involucren armas de fuego como ocurrió entre Aldama y Chenalhó.
Reveló que la superficie que se disputan ambos bandos suman 156 hectáreas en las que se ven involucradas 45 familias, cinco de San Antonio y las restantes de “Francisco Villa” y recordó la existencia de una minuta del 5 de diciembre de 2019 donde los quejosos manifiestan desear una solución pacífica y legal.
“Entendemos que ante la petición de legalidad, es el Tribunal Agrario la autoridad que debe entrar a dictaminar sobre esta problemática y que la resolución que tome, será la que deban acatar ambos grupos, es decir, no deseamos a el conflicto escale y se vuelva político”, dijo.
El legislador dio a conocer que el tema lleva vivo más de tres décadas, pues muchos lo han manejado según les conviene. “Algunos que buscan puestos de elección popular afirman que lo solucionarán, mientras que otros quieren hallar algún beneficio económico”, relató.
Noventa por ciento de la población de Simojovel es de origen indígena. La mayoría de éstos dominan la lengua tzotzil, aunque en la zona oriente se habla el tzeltal. En la zona sur se domina el Chol.
