La mayoría de ellos los recibe en condiciones críticas como lesiones graves o enfermedades originadas por el manejo inadecuado de los mismos
MISAEL AUTE
Carlos Romero, Director Operativo del Zoológico “Miguel Álvarez del Toro” (Zoomat), reveló que en este lugar anualmente se reciben un promedio de 300 animales, la mayoría de ellos en condiciones críticas entre ellas lesiones graves o enfermedades por el manejo inadecuado de los mismos.
Al detallar que las cifras de muerte por estas causas oscilan entre 20% y 25%, detalló que muchos ejemplares no logran ser salvados, pues llegan muy dañados por alguna enfermedad, desnutrición o deshidratación, aunado a que el costo económico para recuperarlos es elevado.
Dijo que una de las actividades primordiales de los zoológicos modernos es participar en la conservación de las especies, sobre todo las que están en su región. “El Zoomat siempre ha realizado esta tarea. Rescatamos animales que han sido decomisados, abandonados o en la situación referida”.
Respecto a la primera condición (cuando llegan por parte de alguna autoridad), detalló que se reciben en calidad de depósito en lo que se cumple un proceso judicial y así son mantenidos. “Lamentablemente hay pocas organizaciones que se dediquen a rescatar animales silvestres, debido a que es un proceso caro el cual requiere biólogos, medicamentos, comida e instalaciones”.
Dio a conocer que el zoológico cuenta con instalaciones adecuadas para salvar especies. “Tenemos dos módulos para rehabilitación de aves, uno para mamíferos pequeños, dos para mamíferos grandes y uno más para cocodrilos y hoy por hoy tenemos una saturación con 600 animales en estas condiciones”.
PROCESOS DIFÍCILES
Al profundizar en estas tareas, el funcionario aseveró que existen procesos de rehabilitación que son difíciles, pues hay algunos que se improntan, es decir, cambian sus instintos y actividades, lo cual no les permite poder vivir cien por ciento de la naturaleza, como en el caso de primates.
“Los monos saraguatos y algunos felinos al ser mantenidos únicamente dándoles carne preparada, van perdiendo sus instintos para cazar o moverse dentro de su hábitat. Algunos otros son fácilmente readaptables como el caso de los reptiles y tortugas”, señaló el biólogo.
