El Congreso de Jalisco prepara una reforma para restringir el uso de popotes y empaques y bolsas de plástico, sin afectar a las empresas que se dedican a elaborar estos productos, así como evitar la pérdida de empleos.
La iniciativa contempla adecuaciones a las leyes estatales de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y de Gestión de Residuos para que el Gobierno estatal promueva la investigación y desarrollo de tecnologías para sustituir las bolsas de plástico, popotes y productos de unicel.
Datos la Cámara Regional de la Industria de la Transformación (CAREINTRA)en Jalisco, muestran que 40 mil personas trabajan en alrededor de cien empresas que elaboran esos productos.
A esto se suma que es el principal estado exportador de envases, empaques, embalaje y productos desechables de plástico para la zona Pacífico.
Tan sólo el municipio de Arandas es donde más bolsas de plástico se producen a escala nacional.
En los próximos días, los industriales dedicados a la elaboración de los productos que se pretende restringir presentarán un posicionamiento sugiriendo opciones de reciclaje.
Sus productos son procesados partiendo de los hidrocarburos, y si bien no son biodegradables, sí pueden ser destruidos por la exposición a los rayos del sol.
La moción se presentará en el pleno el 19 de septiembre, y se pretende aprobar antes de noviembre. De esta manera, la prohibición entraría en vigor el 1 de enero del próximo año, y las sanciones surtirán efecto hasta 2020.
Apoyan la reforma, pero…
Por su parte, la titular del Instituto Mexicano de Derecho Ambiental, Raquel Gutiérrez Nájera, dijo en entrevista con El Financiero que avala la iniciativa, pero expuso que la prohibición de de los popotes, los empaques de unicel y las bolsas de plástico no es un proceso fácil, y comenzar a multar por su venta o consumo será complejo por la dinámica económica que se requiere de esos productos.
“Una medida de este tipo debe ser de mediano y largo plazo, de cinco a 10 años al menos, para des incentivar una cadena productiva y para convencer al consumidor para que deje de consumir estos productos”, comentó.
La propuesta también es apoyada por la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Magdalena Ruiz Mejía, quien sugiere que antes de que se apruebe se haga un diagnóstico de la elaboración y uso de los productos, y luego se establezca un proceso de transición, “empezar por especie, por ejemplo: primero popotes, después bolsas en supermercados, y ya entonces generar un plan de acción. Ojalá se le dé seguimiento, el uso de plástico es indiscriminado”.
Algunas cúpulas empresariales la aprueban
Cámaras como la de la industria hulera del Estado ven positivo el uso de materiales biodegradables para sustituir los componentes de los productos, expuso la titular en entrevista con El Financiero, Alma Cervantes.
“El plástico, el polietileno, son materiales que se pueden reutilizar y que estamos desaprovechando. Es un tema medioambiental regular el uso, pero si pudiéramos aprovechar el reciclaje sería un mayor beneficio”, detalló.
En tanto, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) ya trabaja para eliminar esos utensilios en los negocios de sus agremiados, aseguró su presidente, Sergio Jaime Santos, “solamente si el cliente lo solicita se le proporciona el popote o la bolsa de plástico. De lo contrario, nosotros incitamos a que no se utilice”.
Este organismo cuenta con proveedores de popotes biodegradables y hasta comestibles, a partir de componentes como el aguacate. Respecto a otros productos, dijo que están en pláticas con elaboradores para conocer alternativas de sustitución.