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El gobernador de Puebla y el arte de refutarse a sí mismo

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Aquiles Córdova Morán

El Instituto Electoral poblano (IEE) negó, con argumentos “legales” deleznables, a la Asociación Civil Movimiento Antorchista Poblano (MAP) su derecho a convertirse en partido político local. Los 50 mil poblanos afiliados al MAP, con toda razón y derecho, manifestaron su inconformidad de manera pública y convocaron a una manifestación con 20 mil de ellos, para el jueves 6 de febrero de los corrientes.


Sin tener facultad legal para inmiscuirse en el asunto, el gobernador Miguel Barbosa arremetió sorpresivamente en contra, nótese bien, no del MAP, muchos de cuyos miembros no son antorchistas, sino en contra del Antorchismo en general, acusándolo de que “piensa” amenazarlo con acciones de chantaje y de presión y amenazándolo con que se le “aparecerá la ley”. Sin embargo, junto con su campaña de amenazas e intimidación comenzaron sus tropiezos lógicos y verbales, mismos que debe conocer el público para que vaya tomando la medida a su gobernador y al peligro que representa si no nos organizamos para poner un dique democrático y legal a su desbordada megalomanía.

Sigo. El periódico municipiospuebla.mx del día 2 de febrero dice que “En entrevista este fin de semana”, Barbosa declaró: “<>. Señalo primero que Barbosa nos amenaza no por delitos probados o comprobables, sino por lo que él piensa que nosotros pensamos. Esto es un trastrocamiento absurdo del derecho y no puede tener ninguna base jurídica ni racional de sustentación. Habla entonces de un gobernante carente de sensatez y de equilibrio emocional. Está luego el disparate que comete al intentar darnos lecciones de racionalismo filosófico. Se ve claramente que Barbosa ignora que, según la verdad revelada, si Dios existe, necesariamente tiene que existir el diablo; que para que existan el bien y la luz, es indispensable que existan también sus opuestos, el mal y las tinieblas; de otro modo, Dios, el bien y la luz, perderían toda su razón de ser. Al decir Barbosa que el diablo no existe pero Dios sí, mete la pata hasta la rodilla por arrogarse una calidad filosófico-teológica que no posee; pero comete, además, una herejía que la Iglesia católica haría bien en reclamarle.
Sigamos. Muy irritado por la marcha del MAP, y más aún porque escogió el día de su audiencia pública para efectuarla, Barbosa “concedió” una entrevista al periódico status.com.mx para deslindarse del IEE y de su ilegal resolución en contra del MAP. Casi al final de la entrevista, dice Barbosa: “soy un experto en seguridad pública; qué malo que lo diga yo, pero lo soy.” Oyendo esto, uno se asombra de que el presidente López Obrador esté desperdiciando semejante talento, mientras el país vive el peor baño de sangre desde que se inició el recuento de los asesinatos dolosos. ¿No sabe acaso que la solución la tiene al alcance de la mano? Seguramente por modestia, el gobernador no dice que también es experto en formular juicios que se contradicen entre sí y que, si Aristóteles no andaba errado, no pueden ser verdaderos ambos a la vez. Barbosa es experto, pues, en refutarse a sí mismo, como lo demostró en la entrevista con status.com.mx. Se queja de que Antorcha Campesina (¡otra vez Antorcha Campesina!) lo culpe “porque el IEE acordó no otorgarle condición de partido político local”. “¿Y te acusan de controlarlo?”, interroga el reportero. Barbosa responde: “Me acusan de controlarlo; yo ni conozco al presidente, ni conozco a los integrantes (es decir, a los consejeros del IEE), así de sencillo”. Pero es claro que no necesita conocer personalmente a sus incondicionales para darles una instrucción; basta que ellos lo conozcan a él. El argumento “demoledor” se vuelve humo a la luz de la realidad política que todos conocemos. Además, eso de que “ni siquiera lo conozco” tampoco resiste la prueba de los hechos. 1) Es bien sabida la filiación morenista del nuevo presidente del IEE, Miguel Ángel García Onofre; 2) es bien conocida, también, su estrecha amistad con el actual secretario de gobernación, Ing. David Méndez Márquez, el alfil que Barbosa colocó en lugar de Fernando Manzanilla Prieto. Ambos, David Méndez y García Onofre, estudiaron en la BUAP y allí convivieron y departieron juntos durante toda la carrera.
Y hay más. García Onofre, como dije en mi artículo anterior, fue electo a toda prisa para reemplazar a la Lic. Sofía Martínez Gorbea, quien venía desempeñando el cargo interinamente. Esto ocurrió justo cuando el MAP acabó de cumplir con creces los requisitos de ley y era llegado el momento de dar el fallo definitivo sobre su demanda de partido político. La Lic. Martínez Gorbea había declarado más de una vez que el MAP sí estaba legalmente en la pelea y que podía ser uno de los que llegaran a la meta. Eso la perdió. Llegó García Onofre y en solo 48 horas desató el nudo gordiano: el MAP no será partido político porque su solicitud fue extemporánea. Si uno no es un tonto de remate o enemigo prejuiciado de los antorchistas, entenderá la prisa para elegir al nuevo presidente del IEE, y también quién tiene el suficiente poder para cambiarlo todo en 48 horas. ¿Ya adivinó usted de quién se trata? ¿Se cree ahora el cuento de “ni siquiera lo conozco”?
Pero ahorrémonos especulaciones y vayamos a las palabras del propio gobernador. El reportero Valentín Varillas pregunta: “¿Habrá un canal de diálogo con Antorcha? Es obligación del gobierno hablar con todos los actores, cómodos e incómodos”. (Aquí cabe reconocer la limpieza moral y el profesionalismo con que Varillas se comportó en esta entrevista, algo muy raro en la prensa poblana). Barbosa: “Sí es obligación; pero yo no voy a seguir permitiendo que Antorcha sea una organización criminal, que viole la ley, que presione. Es ese el tipo de partido que quieren ser ¿no? Un partido de presión, de chantaje”. El gobernador desconoce, por lo visto, la normatividad de los partidos políticos, pues solo así se entiende el dislate de que Antorcha quiere ser partido para delinquir. ¿Para eso son los partidos en México? Y olvidando que antes negó su responsabilidad en la maniobra del IEE en contra del MAP, ahora, escudándose en el dislate dicho, declara con toda arrogancia que él no va a permitir que Antorcha sea partido político “para delinquir”. ¿No es esto una contradicción flagrante y un modo magistral de refutarse a sí mismo? ¿Y no tiene razón el MAP cuando lo señala como el responsable de violar sus derechos civiles y políticos?
Hay más. “Podemos Puebla”, como he dicho antes, es solo un membrete que el presidente del IEE viene usando para justificar su ilegal resolución contra el MAP; y ahora pretende que el Tribunal Electoral haga lo mismo para impedir que prospere la queja de los antorchistas. “Podemos Puebla” es una sola persona, la señora Camerina Viveros y nada más; y esta única persona ha puesto de cabeza a todo el aparato electoral y jurídico del Estado de Puebla. La prensa poblana ha dado la razón de este absurdo aparente: su asesor jurídico es nada menos que el Lic. Adán Carro Pérez, encargado del despacho de la Dirección Jurídica del IEE. Esto es un delito, explicable solo por el apoyo del gobernador.
Al final de la entrevista, Barbosa suelta otra perla: “Yo me siento tranquilo por lo que hago y no voy a dejarme amenazar por nadie, menos por Antorcha Campesina. Así de sencillo. Yo desempeño mis funciones; ellos que cumplan su función de gestores (¿ahora somos gestores, cuando renglones arriba éramos criminales?), ahí toda mi ayuda, ahí toda mi colaboración (subrayado mío. ACM), pero en los otros temas (¿cuáles? ¿Nuestro derecho a ser partido político?) yo no, (…) Lo que van a hacer mañana es la muestra del partido político que quieren ser; ese partido violento, chantajista, eso son;…” Se repite la autoinculpación abierta del gobernador, pero hay algo nuevo: la sugerencia de abandonar nuestra pretensión de ser partido a cambio de la solución de las demandas que normalmente gestionamos para nuestros compañeros más humildes. Esto, en buen romance, es lo que se llama chantaje. Aquí aparece, enterita, la verdadera madre del cordero, la verdadera causa de las maniobras del IEE y de la persecución de Barbosa.
Termino. Barbosa dice: “Menos los he amenazado (a los consejeros) como hacían antes. Cuando yo pregunté por qué eran tan sumisos, al menos a uno o dos en el gobierno de Moreno Valle, habían entrado a sus casas, los habían amagado, los habían amarrado…” Otra vez la más flagrante contradicción de Barbosa con los hechos. No se conformó con amenazar al MAP con la ley (del garrote, por supuesto) si se atrevía a llevar su protesta ante su majestad el gobernador; llegado el día, blindó aparatosamente, con exceso de fuerza pública y de armas, una amplia zona de la ciudad en torno a la sede del gobierno, como si se preparara a resistir el ataque de un ejército enemigo. El propósito era obvio: provocar a los manifestantes a que intentaran romper el cerco para golpearlos despiadadamente y detener “en flagrancia” a sus dirigentes. No lo logró porque el MAP le leyó la jugada y eludió la trampa; pero sí consiguió provocar un gran caos vial que se apresuró a echar sobre las espaldas de los manifestantes. La prensa y personas de fiar, además, nos advierten que Barbosa tiene trabajando horas extras al personal de la Fiscalía General del estado para fabricar delitos graves en contra mía, del Ing. Juan Manuel Celis y de la doctora Soraya Córdova, con la sana intención, no represiva como en época de Moreno Valle, de meternos a la cárcel. Lo hago público ahora que todavía puedo hacerlo, para pedir a los poblanos que, si llegara el caso, no nos culpen a nosotros si tales abusos acaban por alterar la paz pública a la que tienen derecho. ¡No se equivoquen de culpable ni ataquen a las víctimas en vez de atacar al victimario, al que debería protegernos, a ustedes y a nosotros los antorchistas, que también somos pueblo y también somos Puebla, aunque le pese al gobernador Barbosa!

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