La construcción de un aeropuerto no es algo sencillo, mucho menos si hablamos de uno de los más grandes del mundo y, además, afrontando el reto de construirlo en un tiempo récord de 3 años, si, hablamos del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía “General Felipe Ángeles”.
Desde la campaña presidencial de 2018, el entonces candidato a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, denunció los casos de corrupción en el NAIM, elevados costos que se habían inflado a lo largo de los años y sobre todo, el error que sería construir un aeropuerto en lo que fuera el lecho del Lago de Texcoco, que, aunque ya sin agua, aún presenta grandes cantidades de humedad en su interior, todo esto fue respaldado por diferentes expertos en la materia, investigadores que, en efecto, dieron a conocer que el NAIM de Texcoco se hundiría, como mínimo, 5 centímetros al año, conllevando grandes gastos por motivos de mantenimiento que tendrían que ser permanentes.
De esta manera planteó a la nación que lo mejor sería cancelar definitivamente el proyecto de Texcoco, que además presentaba un avance demasiado lento, pues tenía apenas un 35% de construcción total. La opción más viable sería construir el nuevo aeropuerto en los terrenos de lo que es la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía, de esta manera tendríamos un aeropuerto cívico-militar en un suelo mucho más estable que el que se encuentra en Texcoco.
Desde antes de que se dieran los resultados de la elección presidencial, el equipo del ahora presidente López Obrador ya tenía todo un plan para Santa Lucía, que se fue puliendo con el paso de los meses, así, el 29 de abril de 2019 se inició con los estudios y trabajos preliminares para la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles.
El desarrollo de un nuevo Sistema Aeroportuario Metropolitano es necesario para lograr el correcto funcionamiento de los tres aeropuertos, el Internacional de Toluca, el AICM y el AIFA, en conjunto y en su máximo desarrollo a largo plazo se espera dar servicio a más de 140 millones de pasajeros al año, también incrementar la eficiencia operativa, la calidad del servicio y la conectividad de dichos aeropuertos y fortalecer la competitividad de la economía regional y nacional.
En una primera etapa, la terminal de carga será de 350 mil toneladas, con 10 contactos para los aviones, en su máximo desarrollo esta cifra aumentaría a las 700 mil toneladas y 20 contactos para los aviones, la terminal de combustibles también tendría un aumento, pasando de los 25 millones de litros iniciales a 75 millones de litros de combustible en el máximo desarrollo.
En el desarrollo inicial se espera que se pueda dar hasta 190 mil operaciones aéreas anuales, teniendo hasta 750 mil operaciones aéreas anuales con el máximo desarrollo del aeropuerto.
Se busca tener también una interconexión en tierra entre el AICM y el AISL, logrando conectar ambos aeropuertos, separados por 46 km, haciendo este trayecto en 35 minutos, esta será una vía que se construirá para tránsito de pasajeros en vuelos de interconexión y para aprovechar el uso compartido de las instalaciones de ambos aeropuertos, tendrá un costo total estimado de 10,007 MDP y estará listo en 2.5 años.
La compatibilidad del espacio aéreo del Sistema Aeroportuario Metropolitano está plenamente garantizada y los estudios presentan avances significativos, de esta manera se podrá trabajar con los tres aeropuertos de manera segura y ordenada.
