La Jornada
Ciudad de México. La irrupción de migrantes hondureños a México obedeció a que fueron engañados por sus líderes que les ofrecieron que habría paso libre hacia Estados Unidos, afirmó hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien destacó que «no queremos que lleguen al norte y que puedan ser enganchados o víctimas de las delincuencia».
En la conferencia diaria, el mandatario reconoció que la migración genera mucha polémica, pero el gobierno federal busca respetar los derechos humanos de quienes pretenden cruzar fronteras.
Reconoció que la Guardia Nacional utilizó gases lacrimógenos en Chiapas esta semana, pero dijo que se trató de un caso aislado, después de que los militares recibieron agresiones de algún grupo de migrantes.
López Obrador aseveró que hay la instrucción de no violentar los derechos humanos. «Resistieron, no se cayó en la trampa de responder con violencia, que era lo que buscaban estos dirigentes y nuestros adversarios los conservadores».
Informó que ayer ya retornaron a su país entre 200 y 300 hondureños y hoy lo harán otros tantos, después de que se dieron cuenta de que era falsa la oferta de que tendrían paso libre a la frontera norte.
Explicó que se ha buscado conseguir trabajo para los migrantes en sus lugares de origen o bien en México