* La sociedad, clave para combatir este “cáncer” , afirma diputada
MISAEL ZEÑAY
Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2016, 40.3 millones de personas estuvieron sometidas a trata de personas: 24.9 millones de ellas en trabajo forzoso y 15,4 millones en matrimonio forzoso, por lo que es necesario que la sociedad se involucre y denuncie este “cáncer”.
En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas (30 de julio), la diputada local Fabiola Ricci Diestel, llamó a los mexicanos en su conjunto, especialmente a los chiapanecos, a conocer la ley estatal del ramo, para que todos tengan los elementos de cómo actuar en caso de ser necesario.
Tras revelar que la trata de personas es uno de los delitos más lucrativos del mundo, en donde se estima que hay 5.4 víctimas de esta esclavitud moderna y que una de cada 4 víctimas es menor de 18 años, señaló que aún se si tratase de un solo caso, se debe tomar con toda la importancia que merece, pues es la vida de un ser humano la que está en juego.
Desglosó que de los 24.9 millones de víctimas de trabajo forzoso, 16 millones fueron explotadas en el sector privado; por ejemplo, en el trabajo doméstico, la industria de la construcción o la agricultura; 4.8 millones fueron víctimas de explotación sexual forzosa y, cuatro millones fueron víctimas de trabajo forzoso impuesto por el Estado.
La legisladora señalo que cuando se habla de la trata no solo es un asunto que tiene que ver con lo sexual, sino también en lo laboral. “Por ello es importante retomar la propuesta de difundir la ley del ramo a todas partes, incluso en medios de comunicación y centros educativos”, afirmó.
Recordó que ella presentó una iniciativa, ahora convertida en ley, donde se protege a todos los ciudadanos, para evitar sean presa de la trata, además aclaró que este fenómeno se presenta en Chiapas por dos razones, una conscientes y el otro por la ignorancia de que se trata de un delito.
Durante su exposición aseguró que uno de los lugares donde se genera este problema es en las redes sociales, donde se engancha a los niños, no solo en el contexto de la pederastia, sino también en el grouming, asunto que merece atención de padres de familia y policía cibernética.
Aseguró que en muchas ocasiones, como recientemente se ha visto, son las propias víctimas, quienes son objeto de ataques por parte de voces anónimas que con perversas intenciones terminan revictimizando a quienes han padecido una situación, ya de por sí lamentable.