Leonardo Domínguez/El Universal
Guadalajara.-La escritora ganadora del Premio Cervantes de Literatura 2013 presentó su más reciente libro “El amante polaco”, en la FIL de Guadalajara 2019
La escritora Elena Poniatowska presentó su más reciente libro “El amante polaco”, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2019.
La ganadora del Premio Cervantes de Literatura 2013 aprovechó para hablar qué la motivó a emprender esta nueva aventura literaria, además, confesó que mientras preparaba esta obra, el presidente Andrés Manuel López Obrador le pedía asistir a eventos para decirle a la gente “que votara por él”.
“A cada rato, Andrés Manuel López Obrador me pedía que fuera de un lugar. Fui a un mar cerca de Guadalajara, a varios lugares, a Los Ángeles, en condiciones muy distintas. Él me pedía que le dijera a la gente que votara por él. Yo me chiveo horrible, no sé hacer eso pero más o menos intenté «, señaló durante la presentación.
Explicó que durante cuatro años trabajó en “El amante polaco”, que consta de más de mil páginas, en el que explora la vida de Estanislao II Augusto Poniatowski, el último rey de Polonia. Una obra que le permitió descubrir de dónde viene su apellido; un retrato íntimo de su familia.
“Convendría leer esta novela para distinguir a los verdaderos fífís de aquellos que, aunque se vistan de seda y afecten la voz al hablar, son sólo unos aspirantes a un mundo que no conocen; me imaginó porque no leen”, apuntó Javier Aranda Luna, quien la acompañó en el evento.
Sobre las reiteradas expresiones del presidente López Obrador del término fifí, la escritora puntualizó: “No me molestas (que le digan fifí) porque pienso que es chistosa esa palabra, pero sí siento que es malo decirlo, que no debería porque divide a la gente, hace un daño absolutamente inútil”.
“López Obrador debe tener una conciencia del amor que se ganó y del amor que debe devolver. Él tiene que tener esa conciencia, ojalá que no lo pierda”, agregó.
De acuerdo con Javier Aranda en “El amante polaco” se puede apreciar una prosa vigorosa, registros obsesivos, el uso afortunado del aforismo. “Son recursos para acercarnos a un instrumento sonoro a lo que llamó Borges el bronce de Francisco de Quevedo”, afirmó.