Sí es posible crecer al 4 por ciento en los próximos años, como propone el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, pero por el camino equivocado, ya que un avance de ese nivel requiere una fuente inversión que aumente la producción, indicó Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.
«Se ha propuesto un crecimiento promedio de 4 por ciento para los próximos seis años de la administración de López Obrador. Yo creo que sí es posible, pero por el camino equivocado, yo creo que la manera más sana de poder crecer es permitiéndole a la economía crecer a su capacidad potencial, que actualmente no da para un crecimiento mayor al 2.5 por ciento. De todos modos que presionar a la economía a crecer más allá sin aumentar la capacidad productiva en los próximos años, yo creo que eso derivaría en desequilibrios económicos y distorsiones», señaló en entrevista con Víctor Piz para Al sonar la campana.
Agregó que solamente hay dos caminos: el primero es el camino sano que es a través de invertir, aumentar la capacidad productiva, y el camino equivocado, que es a través del uso y abuso de la política económica en el país.
Señaló que no sólo se trata de atraer más inversión en plantas, también en infraestructura productiva.
«El incremento de la capacidad productiva requiere de niveles de inversión mucho más importantes, de tal manera que estamos hablando de un crecimiento en términos reales de la inversión fija bruta de alrededor de 10, 12 por ciento, año con año, en los próximos seis años», describió.
Señaló que las administraciones de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox no alcanzaron las metas de crecimiento debido a que éstas eran muy optimistas y no consideraban la capacidad productiva de la economía mexicana.
«De hecho en esta administración que va de salida se propuso un crecimiento de 5 por ciento hacia finales el sexenio, pensando que el cúmulo de reformas iban a traer la cantidad de inversiones suficientes para aumentar la capacidad productiva, lo cual, no sucedió.
«Pero además hubo un error en el diagnóstico al pensar que el problema fundamental del crecimiento anímico del país es la productividad cuando en realidad es una consecuencia de la acumulación de capital tanto en inversión física como capital humano», argumentó.
