Mariclaire Acosta Urquidi, María Ampudia González, Angélica Cuellar y María Olga Noriega Sáenz entregaron una carta para infomar de su renuncia al Consejo Consultivo de la CNDH
Alejandro Páez Morales/La Crónica
Siguen las renuncias en la CNDH, pues a la de Alberto Manuel Athié Gallo como integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se sumaron este jueves otras cuatro dimisiones, en protesta porque la designación de Rosario Piedra Ibarra se realizó tras “un proceso plagado de irregularidades y falta de apego a la legalidad”.
Mariclaire Acosta Urquidi, María Ampudia González, Angélica Cuéllar y María Olga Noriega Sáenz entregaron una carta a la presidenta del Senado, Mónica Fernández, donde le informan su decisión de renunciar al Consejo Consultivo de la CNDH al acusar que la manera en que Piedra Ibarra rindió protesta “presagia el sometimiento abierto de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a quienes actualmente detentan el poder político”.
En consecuencia—advierten—, no será posible mantener el principio de Autonomía de Gestión de la Institución, que le es indispensable para el desempeño de su función.
Estas renuncias implican el 50 por ciento del Consejo Consultivo y sólo permanecen al momento cinco de los diez integrantes que estaban: Mónica González Contró, David Kershenobich, Carmen Moreno Toscano, Michael William Chamberlin y José de Jesús Orozco Henríquez.
En este contexto, consideraron que Piedra Ibarra es una ombudsperson carente de legitimidad, por lo que será incapaz de establecer una interlocución válida con los distintos actores involucrados en la observación, protección y promoción de los derechos humanos.
Ello—agregaron—le resta legitimidad a una institución ideada para defender a la sociedad de los abusos de poder del Estado, cuyas principales herramientas para llevar a cabo su tarea son: Pluralidad e Independencia, Libertad de Criterio, Autonomía de Gestión y Apego Irrestricto a la Norma Constitucional.
Advierten que la manera en que rindió protesta “presagia el sometimiento abierto de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a quienes actualmente detentan el poder político”.
En consecuencia, no será posible mantener el principio de Autonomía de Gestión de la Institución, que le es indispensable para el desempeño de su función”.
Además advirtieron que tampoco podrá generar la confianza ni la certeza jurídica consustanciales a su encargo, toda vez que llega al cargo mediante una elección sin apego a los indicadores asumidos voluntariamente por las Comisiones Unidas Responsables del Proceso, y consumada en el Pleno de manera arbitraria.
Por ello indicaron que “por congruencia personal”, presentan su renuncia al cargo honorífico de Miembros del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de manera inmediata e irrevocable”.
SENADO CRISPADO. El ambiente de crispación y encono que hizo crisis el pasado martes en el Senado, no da tregua y los legisladores de Morena y la oposición siguen lanzándose amenazas y acusaciones.
De entrada, la bancada de Morena en el Senado anunció que solicitará al Pleno que Kenia López Rabadán y Gustavo Madero Muñoz, senadores del PAN, sean destituidos de las presidencias de las comisiones de Derechos Humanos y Economía, por su conducta violenta durante la elección y en la toma de protesta de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena, explicó que su bancada está agraviada; sin embargo, esperará a que los ánimos se serenen para replantear que los senadores Kenia López y Gustavo Madero no sean removidos.
