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Viridiana conoció una de las múltiples caras de la injusticia: fue acusada de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y terrorismo.
“Era una investigación que le habían hecho al papá de mis hijos y ahí salí embarrada yo”, explica.
Según cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), más de 13 mil 500 mujeres se encuentran privadas de su libertad en el país; las asociaciones civiles elevan la cifra.
Fátima Gamboa, directora de Equis, Justicia para las Mujeres, asevera que en los últimos años aumentaron las mujeres encarceladas en un 23%, además de contabilizar un total de 14 mil 129 mujeres privadas de su libertad.
La experiencia de la cárcel
Viridiana, madre de tres menores, estuvo en prisión preventiva en el Centro Federal de Readaptación Social de Tepic, Nayarit, y luego trasladada al de Coatlán del Río, en Morelos. Ese proceso, dice, le significó un desgaste emocional y económico muy fuerte.
“En general, el sistema penal que tenemos en México no es un sistema que mide los contextos de desigualdad de las personas, pero sobre todo el de las mujeres”, evalúa Gamboa.
“Les resta muchas más oportunidades de las que tenían las mujeres antes de entrar a prisión. Para nosotros, la prisión no es justicia y la prisión no necesariamente lleva a la reinserción social”, califica la activista.
Viridiana luchó para que el Instituto Federal de la Defensoría Pública retomara su caso y logró su liberación.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la resolución y requirió una nueva orden de aprehensión en su contra por complicidad.
La única prueba que arguyó la Fiscalía fue que Viridiana era la pareja del hombre acusado.
La necesidad de la perspectiva de género
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo el caso y ordenó juzgarlo con perspectiva de género. Viridiana Molina tuvo que esperar 11 años para ser finalmente absuelta.
La resolución alcanzada abrió la puerta para que casos similares en el país sean juzgados con perspectiva de género.
“Juzgar bajo la perspectiva de género, bajo un paraguas de igualdad, es también juzgar a las mujeres que están en conflicto con la ley”, comparte Fátima Gamboa.
Tras su experiencia, Viridiana devino activista, ahora al frente de la colectiva Artículo 20.
