MANUEL MONROY
Luego de que entraran en vigor el cobro de aranceles de 25% por parte de Estados Unidos a México, empresarios coincidieron en que una «guerra comercial» podría desacelerar el crecimiento económico de nuestro país.
En este contexto, Grupo Financiero BASE espera que el Producto Interno Bruto (PIB) muestre un crecimiento del 0.8% en 2025, asumiendo que los aranceles serán de muy corta duración. No obstante, de mantenerse los aranceles, el PIB de México podría caer alrededor del 4% en 2025.
Los inversionistas afiliados a Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) externaron su confianza en que la Presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo de tomarán las mejores decisiones para las y los mexicanos, mismas que aseguraron respaldarán.
Señalaron que los aranceles no solo desafían los principios del libre comercio establecidos en el T-MEC y los acuerdos de la OMC (Organización Mundial de Comercio), sino que también amenazan la estabilidad económica de la región, elevan la incertidumbre en los mercados y plantean riesgos para los consumidores y productores en ambos lados de la frontera.
Dijeron que México es el principal socio comercial de Estados Unidos y depende en gran medida del acceso al mercado estadounidense, y la imposición de aranceles significa un encarecimiento inmediato de las exportaciones mexicanas, afectando sectores clave como la industria automotriz, la manufactura, la agricultura y la electrónica.
INHIBE LA INVERSIÓN EXTRANJERA
El organismo señaló que la incertidumbre provocada por estos aranceles también podría desincentivar la inversión extranjera directa (IED) en México, afectando la creación de empleos y la expansión de industrias clave.
«Los inversionistas globales buscan estabilidad y certeza jurídica, factores que se ven amenazados cuando las políticas comerciales pueden cambiar abruptamente por decisiones unilaterales de Estados Unidos», aseveró.
Cabe recordar que 83% de las exportaciones de México son hacia Estados Unidos y 26.7% del PIB depende de estas exportaciones, siendo probable que se observe un desplome de la inversión extranjera directa e incluso de desinversión en los próximos trimestres.