La Jornada
Monterrey, NL. Un Tribunal Colegiado ratificó la sentencia de 90 años de prisión dictada a cinco militares que participaron en 2010 en el asesinato de Jorge Mercado, de 23 años, y Javier Arredondo, de 24, estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey.
Los elementos castrenses fueron condenados el 13 de octubre del año pasado por el delito de homicidio calificado con agravante de ventaja, pero apelaron la sentencia dictada por el juez José Reynoso Castillo. El 5 de diciembre, el Tribunal Colegiado de Apelación del Cuarto Circuito, con sede en Monterrey, determinó que son infundados los agravios presentados por la defensa legal de los militares.
Los magistrados determinaron que la resolución del Juez fue acertada, al evaluar cada uno de los agravantes que hubo en el caso que se mantiene vigente. «La muerte de los alumnos» establece la sentencia del Tribunal Colegiado, «tiene todas las características de lo que la doctrina y la Primera Sala han denominado una ejecución extrajudicial”.
«Los militares actuaron, en resumen, con todo el poder del Estado, frente a dos civiles que esperaban de ellos la protección, respeto y garantía de sus derechos humanos».
El fallo del Tribunal fue celebrado por el colectivo «Todxs Somos Jorge y Javier» en una publicación en redes sociales. «Reconocemos este gran paso a favor de la verdad y la #JusticiaCompleta, y contra la impunidad militar, logrado gracias a las valientes y amorosas familias de Jorge y Javier, quienes por años han luchado por limpiar sus nombres y por la no repetición», dice el escrito.
Los estudiantes del Tec fueron asesinados cerca de la medianoche del 19 de marzo del 2010. En esa ocasión hubo un enfrentamiento entre militares y un grupo criminal, sobre la avenida Eugenio Garza Sada.
Tras el tiroteo, un grupo de soldados ingresó al Tec de Monterrey y dispararon contra los dos estudiantes, además de golpearlos y sembrarles armas. Horas después de los hechos, el Ejército y la Procuraduría de Nuevo León sostuvieron que Mercado y Arredondo eran sicarios que venían armados «hasta los dientes».
Cuando autoridades del Tec y sus familias los contradijeron, el Ejército y la Procuraduría señalaron entonces que los jóvenes habían sido víctimas del fuego cruzado en un enfrentamiento entre los Zetas y militares. Pero siete años más tarde, esta versión también se desmintió y se comprobó que los militares dispararon directamente contra los estudiantes.