Gaceta UNAM
Con el triunfo de Donald Trump nuestro país va a enfrentar muchos problemas en su relación con el vecino país del norte y debe estar preparado para situaciones como la detención y el retorno en masa no sólo de mexicanos, sino de otros latinos, señalaron académicos de la UNAM.
En la mesa de análisis “Implicaciones de la elección presidencial en Estados Unidos: Minorías, migración, seguridad y economía”, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Silvia Núñez García, exdirectora e investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), consideró que aunque México enfrentará dificultades en su relación con los Estados Unidos, “tendremos capacidad para vernos de frente”.
“En nuestra nación no podemos ‘darnos el lujo’ de improvisar; debemos tener capacidad para ‘navegar’ con demócratas o republicanos, y aprender a dimensionar el riesgo de nuestras decisiones en política exterior; de otro modo continuaremos siendo un país que se subordina a los intereses de los Estados Unidos”, sostuvo.
Mariana Aparicio Ramírez, coordinadora académica del Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos (ORBEM), adscrito al Centro de Relaciones Internacionales (CRI) de la FCPyS, señaló que la frontera y la seguridad (temas fundamentales de la relación bilateral) están vinculados con otros dos: la política migratoria y comercial.
Si desde la perspectiva del próximo presidente estadunidense, México no hace lo necesario en términos de seguridad, frontera y detención migratoria, la amenaza de imponer aranceles “será una estrategia que ya conocemos”.
Claudia Maya López, investigadora del CISAN, consideró que Trump va a hacer deportaciones y México debe estar preparado para ello. Una buena opción para integrar a esos deportados al mercado de trabajo, es agregarlos al campo y así contribuir a satisfacer nuestras necesidades mínimas.
Propuso establecer políticas públicas de pleno empleo y mayor gasto en infraestructura para aminorar el problema de los migrantes y evitar que se conviertan en criminales, “porque en este país, el principal empleador es el narco”.
Tomás Milton Muñoz Bravo, del CRI-FCPyS, calificó como preocupante la política migratoria de los siguientes cuatro años. La retórica antiinmigrante le funciona a Donald Trump, le da votos y le permite solidificar a su base; así, tendrá discursos y reacciones xenófobos y racistas.
Aunque Trump no va poder deportar a 11 millones de personas indocumentadas en cuatro años, por el costo que eso implica, sí aumentarán las redadas y el discurso de odio, finalizó Muñoz Bravo.
Promesas de campaña
Es necesario asumir que lo prometido por Donald Trump durante su campaña por la presidencia de Estados Unidos lo va a cumplir y a partir de ahí iniciar una estrategia propia de resiliencia frente a los temas como comercio, migración y seguridad, consideró el secretario académico del CISAN, Juan Carlos Barrón Pastor.
Al participar en la conferencia internacional “Análisis y reflexiones del resultado de las elecciones en Estados Unidos y su impacto en Norteamérica”, el doctor en Filosofía consideró: “Vienen días telúricos de aquí al 20 de enero, en las redes sociales se siguen reproduciendo amenazas de que hay una conspiración iraní que podría matar a Donald Trump; se sigue hablando de cómo los demócratas podrán soltar el poder, sobre qué pasará después de esto, cómo se dará el cambio generacional, o si los demócratas tendrán algún recurso para buscar un Ave Fénix entre sus seguidores.
Ante expertos reunidos en la Sala de conferencias Mónica Verea, Roberto Zepeda Martínez, investigador del CISAN, mencionó que si se esperaba una revisión del TMEC, entonces “debemos esperar una renegociación, pues gran parte del discurso de campaña fue especialmente crítico en el acuerdo. Hay una amenaza para los aranceles, prometió el 25 % de aranceles si México no detenía el flujo de migrantes y del crimen, e inclusive están considerando un impuesto a las remesas, lo cual también deben tomarlo de forma muy seria”.
En su oportunidad, Jonathan Rosen, académico de la New Jersey City University, comentó: “Es importante pensar que sólo es el presidente y hay muchas personas que no están de acuerdo con él. Se debe separar lo que dice Trump y lo que hace… Creo que van a ser años difíciles en términos de la relación bilateral entre México y Estados Unidos; van a tener desencuentros, pero la clave para Trump es migración”.
Finalmente, Lucy Luccisano, académica de la Universidad Wilfrid Laurier, dijo que lo que se espera en Canadá es que hacia el 2026, Trump pida una nueva revisión del T-MEC. “A esto se suma el anuncio de políticas de inmigración más estrictas, lo que se traduce en controles más rigurosos”.