Excelsior
En las últimas semanas, miles de repartidores y conductores han alzado la voz ante los recientes cambios en la legislación que regula a los trabajadores de plataformas digitales. Para muchos, esta reforma representa una amenaza a la flexibilidad que estas actividades les ofrecen, lo que podría dejar a un gran número de personas sin su principal fuente de ingresos.
El grupo Repartidores Unidos de México (RUM) expone que la reforma no toma en cuenta las diferencias entre el reparto y el ride-hailing (servicio de transporte por aplicación). Según su perspectiva, ambas actividades responden a dinámicas distintas, con necesidades y realidades únicas, por lo que aplicar una misma normativa a ambas podría ser perjudicial para quienes dependen de ellas.
Repartidores y Conductores Libres e Independientes (RCL) han destacado que este tipo de trabajo les permite gestionar su tiempo de manera autónoma, sin la rigidez de un empleo tradicional. Para muchos, esta flexibilidad ha sido fundamental para poder equilibrar responsabilidades personales y laborales, además de ofrecer una fuente de ingresos estable. Sin embargo, tras el anuncio sobre las nuevas reglas, la preocupación sobre la viabilidad para preservar la flexibilidad y decisión de estos repartidores y conductores de cómo, dónde y cuándo conectarse en estas plataformas ha crecido de manera significativa.
Irving Melchor Gutian, repartidor de aplicación y vocero de RCL, aseguró que “la seguridad social debe adaptarse a la forma en la que funcionan las plataformas, ofrecer a quienes cumplan más de 40 horas o algo parecido”.
El sector se encuentra en un momento crítico, y las voces de quienes se dedican a esta actividad están pidiendo que se escuchen sus preocupaciones. La comunidad insta a una regulación que entienda y respete las particularidades de los distintos modelos de trabajo que existen dentro del ecosistema digital, para evitar afectar negativamente a miles de trabajadores que han encontrado en estas plataformas una manera digna y flexible de ganarse la vida.
Finalmente, los conductores y repartidores coinciden en que cualquier cambio en la regulación debe buscar un equilibrio que no comprometa su acceso al trabajo ni la flexibilidad.
