Casi la mitad de los municipios del país no tiene sucursales ni dónde los beneficiarios puedan sacar el dinero que les entrega el gobierno como ayuda
Elena Soto/Heraldo de México
La secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, informó que en más de mil 200 municipios “hay dificultades” para que los beneficiarios de programas sociales puedan hacer efectivos los apoyos, ya que en esas localidades no se cuenta con una sola sucursal bancaria.
“Los gobiernos anteriores heredaron un país con una muy pobre banca de desarrollo, donde más de la mitad de los municipios no tienen una sola sucursal bancaria”, dice en entrevista con El Heraldo de México.
—¿Qué pasa con las comunidades que no tienen bancos o cajeros automáticos?
—Nosotros entregamos la mitad de los 300 mil millones de pesos, que comprenden los programas sociales, por medios electrónicos (tarjetas), y en más de la mitad de los municipios no hay donde se pueda cobrar.
—¿Se llegará a todos los rincones del país, y terminar con la entrega de efectivo?
—A partir de esta administración, los recursos de los programas se entregan de manera directa y sin intermediarios, ya que en sexenios anteriores 76 por ciento de los recursos de programas sociales se entregaban en mano de beneficiarios (en efectivo). Buscamos llegar al último rincón del país y atendiendo a los mexicanos más vulnerables.
—¿Cómo medirán la efectividad de los programas?
—El próximo año será muy importante, porque se hará el censo nacional y se sumarán indicadores. El objetivo más importante del gobierno de la Cuarta Transformación es que en 2024 la población de México viva con bienestar.
De los 20 millones de beneficiarios que reciben recursos para ayuda social, entre 8 y 10 millones de ellos los reciben en efectivo, por dificultades bancarias. Además de esta carencia, la Secretaría del Bienestar a cargo de Albores se ha enfrentado a otras problemáticas como robos. En agosto del año pasado, esta dependencia reportó siete asaltos a distintos operadores que se encargan de trasladar los recursos del programa del Bienestar del Gobierno federal, con una pérdida de 20 millones de pesos.
A raíz de esto, en junio de este año se distribuyeron tarjetas chip, que son más seguras para evitar corrupción y problemas de inseguridad, pero la dificultad que persiste es que en casi la mitad del país donde se reparten estos recursos no hay donde se puedan cobrar.
En lugares como Juxtlahuaca, Oaxaca, visitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador la semana pasada, las personas tardan 5 horas en llegar a Huajuapan de León para encontrar un banco o un cajero y para cobrar los apoyos.
“No ha sido tarea fácil que las personas reciban a través de medios electrónicos y cuentas bancarias los apoyos”, reconoce albores.
Sobre la corrupción, Albores González aseguró que los servidores públicos de esa dependencia fueron instruidos a respetar la ley y evitar cualquier acto de este tipo, a través de un oficio en el que se les advirtió, incluso, de sanciones penales.
“Luego de que el Presidente hiciera un llamado de atención, nosotros por parte de la Secretaría de Bienestar hicimos un oficio que fue enviado a cada secretario a cada dirección que pertenecen a los institutos del bienestar”, sostiene.
Que eviten utilizar los programas sociales para inducir o coaccionar el voto, además de abstenerse a realizar proselitismo político.
—Este oficio ¿también va dirigido al coordinador de Programas de Bienestar, Gabriel García?
—También se le hizo llegar al coordinador de Programas del Bienestar y que pudieran darlo a conocer, con quienes coordinan o a los delegados y a los siervos de la nación.
A principios de octubre, el presidente López Obrador señaló que los funcionarios que usaran recursos públicos para intervenir en procesos electorales serían denunciados penalmente.