La Jornada
Washington y Nueva York. La vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, viajó a Douglas, Arizona, para tomarse una foto y ofrecer un discurso frente de la frontera con México, ofreciendo así la confirmación más reciente de un dramático giro en una nación que no hace tanto se proclamaba país de migrantes –frase que hoy repitió la candidata–, pero donde líderes políticos de ambos partidos ahora compiten para azotar la puertas a extranjeros en movilidad que no tienen el dinero ni las relaciones familiares para lograr ingresar incluso legalmente.
La soberanía estadunidense requiere establecer reglas y aplicarlas, declaró Harris en la frontera, acompañada de integrantes de la patrulla fronteriza como decoración. El pueblo estadunidense merece un presidente al que le importe más la seguridad fronteriza que los juegos políticos y su futuro personal, agregó al aludir a su contrincante republicano.
Harris ha denunciado, y lo repitió hoy, que Donald Trump convenció a los legisladores de su partido de anular un proyecto de ley bipartidista con medidas para agregar más agentes a la vigilancia fronteriza, limitar el derecho de asilo garantizado bajo leyes nacionales e internacionales y permitir a la Casa Blanca cerrar la frontera cuando el número de ingresos diarios lleguen a un límite establecido. Según Harris, Trump prefería, por razones electorales, mantener el caos en el sur antes que apoyar una solución.
En la práctica, el gobierno de Joe Biden y Harris ha implementado muchas de estas medidas por orden ejecutiva y han contemplado hacerlas permanentes. En sus comentarios en la frontera este viernes, Harris justificó impulsar este tipo de políticas junto con algunas reformas migratorias argumentando que se rechaza la opción falsa entre (sólo) asegurar la frontera o crear un sistema migratorio seguro, ordenado y humano, y afirmó: tenemos que hacer ambas cosas.
Reforma a las leyes
Aunque reiteró que se requiere una reforma migratoria, el enfoque de este acto de campaña fue la seguridad fronteriza. Con ello, prometió imponer medidas más extremas para frenar cruces no autorizados, también incrementar el combate al narcotráfico con más agentes y tecnología en la frontera. Subrayó que la mayoría del fentanilo proviene de dos cárteles en México, elaborado con precursores de China.
Hace cuatro años, la noción de limitar el acceso al asilo y ampliar las barreras fronterizas era anatema al Partido Demócrata, señalan Muzaffar Chishti y Colleen Putzel-Kavanaugh del Migration Policy Institute en Washington. En un análisis, agregan que mientras las políticas que reducían el acceso al asilo y ampliaban el muro fronterizo anteriormente eran condenadas por líderes del Partido Demócrata, ahora son un elemento central de la ortodoxia de esa fuerza política, y concluyen: A pesar de la diferente retórica sobre la migración, demócratas y republicanos ahora tienen un manera similar de abordar la frontera. Nadie aquí duda que la dinámica electoral es lo que está detrás de este giro. Los sondeos muestran que Trump es percibido como alguien que es más capaz que Harris en controlar la frontera sureña, una opinión aún más marcada en los estados claves que determinarán el resultado de esta elección. En parte, por eso fue Harris a la frontera ayer.
Las consecuencias de los intentos para frenar este flujo son devastadoras para quienes transitan sin papeles, aun cuando logran ingresar deben vivir en las sombras ante temor de ser detenidos, y ahora con uno de los candidatos presidenciales prometiendo que, si gana, realizará las deportaciones más masivas de la historia. En la frontera misma, medidas más severas implementadas durante la reciente década han resultado en más muertes de migrantes: 568 fatalidades registradas por la patrulla fronteriza en el año fiscal 2021, casi 900 en 2022, en 2023 sumaron 704, según cifras oficiales, y en 2024 van poco más de 560, reportó CBS News.
Ella es una política; Trump es el apocalipsis
Promotores de Harris argumentan que sus posiciones no son necesariamente los deseados, pero la alternativa es mucho peor. No he hablado con nadie que haya intentado argumentar que Harris y Trump serán de alguna manera parecidos, declaró un veterano defensor de migrantes al portal digital Politico, agregando que ella hará algunas cosas buenas, otras no. Pero es una mujer política, él (Trump) es el apocalipsis sobre este tema.
No hay duda de que la feroz retórica antimigrante de Trump ha cambiado el debate público, pero los demócratas también comparten parte de la culpa por su fracaso en forjar otra narrativa y educar a la ciudadanía sobre los beneficios del arribo de extranjeros. Como resultado, es la primera vez desde 2005 que una mayoría de estadunidenses favorece limitar la migración, y por un porcentaje más alto desde 2001, reportó la encuestadora Gallup.
Rutas a la ciudadanía
Esta semana, los legisladores demócratas e integrantes del caucus progresista del Congreso Greg Casar, Jesus Chuy Garcia y Pramila Jayapal junto con otros colegas presentaron una resolución llamando a que se aborden las causas de raíz de la migración forzada y un esquema concreto para llevar a migrantes a la ciudadanía en Estados Unidos. Aunque la resolución no vinculante no cambiará la política, es un intento para ofrecer una alternativa real a lo que están abogando ahora las cúpulas de ambos partidos.
“Los demócratas pueden construir un sistema ordenado, humano y estable.
Debemos crear más rutas legales para la migración y la obtención de la ciudadanía mientras cambiamos las fracasadas políticas estadunidenses que causan el desplazamiento y obligan a las personas a huir de sus países de origen, declaró Casar, fundador del caucus congresional sobre migración global.
