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En temas del cosmos, nuestro país cuenta con un nuevo instrumento para la observación: el Telescopio Colibrí, resultado de la colaboración entre científicos de México y Francia.
Se localiza en las instalaciones del Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Baja California, un sitio que permite una exploración óptima por sus cielos despejados.
“No es sólo una herramienta de observación, sino un símbolo de colaboración. En esta ocasión, une a las comunidades científicas de Francia y México, demostrando que al sumar fuerzas potenciamos nuestras capacidades individuales”, comentó Soledad Funes Argüello, coordinadora de la Investigación Científica de la UNAM.
Por su parte, la embajadora de Francia en México, Delphine Borione, expresó que el Telescopio Colibrí es muestra de la cooperación entre ambas naciones, el cual permitirá descubrir nuevos rincones del Universo.
“La nueva joya de la cooperación Franco Mexicana. El telescopio permitirá a los astrónomos ir aún más lejos en el desciframiento de la infancia del Universo, por el momento no existen instrumentos equivalentes en el mundo”, dijo la embajadora de francesa.
El Telescopio Colibrí rastreará objetos celestes a partir de destellos de rayos gamma, que son las explosiones más energéticas del Universo.
Para tener una idea de lo que son esos destellos, se generan al fusionarse objetos estelares con una gran cantidad de masa, como los agujeros negros, o bien, durante la muerte de las estrellas.
Entre las mayores cualidades del Telescopio Colibrí, destaca la capacidad de su electrónica para posicionarse en su objetivo en sólo 20 segundos.
Cabe mencionar que Colibrí fue diseñado por una colaboración franco-mexicana. En México participan el Instituto de Astronomía de la UNAM, con apoyo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), mientras que en Francia el grupo incluye al Consejo Nacional para la Investigación Científica, al Centro Nacional para los Estudios Espaciales, y a las Universidades de Aix-Marseille, Toulouse y Alpes-Grenoble.
Se espera que con Colibrí se puedan observar decenas de estos eventos al año y así contribuir mejor al entendimiento de los destellos mismos y los fenómenos que los producen.
