México se coloca en el segundo lugar como receptor de remesas a nivel global
De acuerdo con cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2020 el número de migrantes internacionales ascendía a 281 millones, lo que equivale al 3.6% de la población mundial. Dos terceras partes de estos migrantes son personas trabajadoras.
La fuerza laboral de las personas migrantes se refleja significativamente en el envío de remesas a sus países de origen, que en 2022 tuvo un aumento del 13.4% comparado con el año anterior, representando 58 mil 497 millones de dólares. México se coloca en el segundo lugar como receptor de remesas a nivel global.
Héctor Luján, Tesorero del organismo dijo que las condiciones dignas de trabajo impactan en el crecimiento del PIB agregado, contribuye a las finanzas públicas y mejora la productividad laboral, por lo que es importante abordar el segmento de las personas migrantes integrándolos adecuadamente en el mercado laboral.
A su vez, Laura Canché, Coordinadora de la Unidad de Migración Laboral e Inclusión de la OIM México indicó que el reclutamiento ético es crucial para facilitar la migración laboral y subrayó la relevancia del rol del sector privado en estos procesos.
Añadió que cuando los reclutadores operan éticamente, sus servicios benefician a las personas migrantes y sus comunidades, a los empleadores, y a los gobiernos tanto en los países de destino como en los de origen.
En un foro convocado entre empresarios, OIM y la agencia de Naciones Unidas señaló que los trabajadores migrantes a menudo enfrentan riesgos de fraude, trabajo forzoso o explotación laboral debido a reclutadores informales que promueven oportunidades fraudulentas.
Para abordar estos desafíos la OIM creó IRIS, una iniciativa global multiactor diseñada para promover el reclutamiento ético y transformar la industria del reclutamiento internacional. IRIS busca que el reclutamiento sea justo para todas las partes involucradas, especialmente en sectores como la agricultura, turismo, servicios y la industria alimentaria, donde estos riesgos son más frecuentes.
“La OIM tiene una perspectiva global sobre la trata de personas en el contexto de la gestión migratoria, trabajando con aliados de la sociedad civil, organismos internacionales e instituciones gubernamentales para combatir la explotación de personas migrantes”, apuntó Laura Canché.
