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Los líderes que aún resisten en el PRI se unen y exigen renuncia de Alejandro Moreno

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Sin Embargo

Tras el fracaso electoral y el peor resultado de su historia, líderes y lideresas que resisten en el PRI exigen la renuncia de su dirigente, quien propuso ayer un documento de 55 páginas que plantea un nuevo partido, más feminista y progresista.

Ciudad de México, 4 de julio.– Dulce María Sauri Riancho, exdirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), compartió esta mañana el pronunciamiento del exlíderes, exgobernadores y militantes del tricolor, en donde exigen la renuncia de Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito“, luego de que planteara cambios al interior del partido previo a la Asamblea Nacional.

A través de sus redes sociales, la exdirigente del PRI dio a conocer el posicionamiento firmado por importantes militantes, en el que proponen que se aplace la Asamblea Nacional con el fin de que se termine la prórroga de la dirigencia de “Alito” Moreno.

Entre los firmantes se encuentran los exgobernadores: José Natividad González Parás, de Nuevo León; Fernando Baeza Meléndez, de Chihuahua; Guillermo Mercado Romero, de Baja California Sur; José Reyes Baeza, de Chihuahua; Manuel Ángel Núñez Soto, de Hidalgo; Benjamín Clariond Reyes, de Nuevo León; Francisco Labastida Ochoa, de Sinaloa; Armando López Nogales, de Sonora; Rigoberto Ochoa Zaragoza, de Nayarit; Arturo Montiel Rojas, del Estado de México; Miguel Borge Martín, de Quintana Roo; Enrique Martínez y Martínez, de Coahuila; José Antonio González Curi, de Campeche; entre otros.

También destacan las y los exdirigentes Dulce María Sauri Riancho, José Antonio González Fernández y Enrique Ochoa Reza; así como Enrique de la Madrid Cordero, y las y los exsenedores Francisco Arroyo Vieyra, Fernando Gómez Esparza, Mario Niebla Álvarez, Eric Rubio Barthell, Myrna Hoyos Schlam, Georgina Trujillo Zentella, y decenas de exdiputadas y exdiputados.

Las y los firmantes explicaron que las peticiones son a partir de los “peores resultados [electorales] en su historia”, tanto en votos obtenidos como por los cargos alcanzados.

Además, criticaron la conducta de “Alito” por el “ejercicio de un liderazgo excluyente que se convirtió con frecuencia en factor de división que propició el alejamiento o renuncia de cuadros valiosos, e incluso se procedió a expulsar a muchos que no coincidían o desaprobaban el quehacer político de la dirigencia”.

“Lejos de reconocer que el PRI atravesaba por una crisis severa que reclamaba una revisión a fondo de su plataforma ideológica, de las formas de vincularse con los ciudadanos y las causas populares, y de su accionar político para ser eficaz en el triunfo electoral, el trabajo se orientó fundamentalmente a cultura al círculos de los afines a la dirigencia, con el fin de centralizar decisiones para suscribir sin consulta acuerdos políticos relevantes, designar cargos, administrar recursos de las prerrogativas y nominar candidaturas”, señalaron.

Por ello, plantearon que se proceda a la “indispensable separación de la actual dirigencia”, y se designe “democráticamente” a través del Consejo Político Nacional del partido, a un grupo de expresidentes y cuadros con trayectoria una “dirigencia interna” para que coordine los trabajos de la próxima Asamblea Nacional.

Asimismo, apuntaron que parte de los cambios internos del partido debe incluir el principio de no reelección en la dirigencia, a fin de “evitar bajo ninguna modalidad o subterfugio de cambio estatutario, se extiendan indebidamente los mandatos de una dirigencia y el partido quede en manos de un grupo en particular”.

Finalmente, afirmaron que el PRI es un partido “seriamente debilitado”, por lo que debe “repensarse, recomponerse o refundirse” para responder a la nueva realidad de México.

“ALITO” PRETENDE CONTINUAR

La propuesta para que Moreno Cárdenas continúe al frente del PRI está lista. El documento de 55 páginas plantea un nuevo partido, más feminista y progresista, y justifica las razones por las cuales es necesario que quien lo presida pueda tener continuidad con ciertos beneficios, como el control de los cargos importantes, rienda suelta para celebrar contratos y hasta el permiso para contratar deuda.

SinEmbargo tuvo acceso al documento que militantes del partido llevarán a la 24 Asamblea Nacional del PRI que se realizará el próximo domingo 7 de julio. Es una asamblea distinta a las anteriores, ya que de acuerdo con militantes que se oponen a la gestión de Moreno Cárdenas, al interior del partido hay pocas resistencias a los intereses y objetivos del Presidente Nacional actual.

Resalta la lista de argumentos para justificar las razones por las cuales el PRI debe modificar sus estatutos para permitir que un Presidente Nacional pueda mantenerse en el puesto hasta por tres periodos consecutivos; Alejandro Moreno lleva dos.

Bajo la premisa de que los partidos políticos tienen el derecho a regular su vida interna, y determinar su organización interior y los procedimientos correspondientes, la propuesta que se plantea es que “la continuidad de las personas que ostentan un cargo partidista ya sea por prórroga de su mandato o por vía de elección consecutiva” permite que el “funcionariado partidista tenga un vínculo más estrecho con la militancia y una mayor profesionalización en su encomienda”.

Se agrega que los estatutos actuales –que ya fueron modificados previamente para que Moreno Cárdenas extendiera su estancia al frente del PRI durante el proceso electoral de 2024– impiden que se “premie a la buena gestión partidista”, lo cual contrasta con los resultados que tuvo el partido bajo la actual administración.

La propuesta de reforma recurre a ejemplos internacionales en los que la reelección de dirigentes ha sido un éxito: “En diversos países del mundo y de América Latina, la elección consecutiva de las dirigencias de los partidos políticos es una práctica común que ha demostrado ser efectiva en la gestión partidaria […] Esta práctica ha sido clave para el éxito de sus estrategias a largo plazo y para mantener una relación continua y estable con sus electores”.

Y concluye con que de aprobarse la reelección, “el PRI se posiciona mejor para enfrentar los desafíos presentes y futuros, reafirmando su compromiso con la democracia, la transparencia y el bienestar de México”.

El artículo en cuestión es el 178 y, de aprobarse esa propuesta, permitiría que los titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y Directivos de las entidades federativas, durarán en su función cuatro años, “y podrán ser las electas hasta por tres periodos consecutivos”. Es decir, Alejandro Moreno Cárdenas tendría el derecho a quedarse hasta ocho años más.

El tricolor, fundado como Partido Nacional Revolucionario (PNR) por Plutarco Elías Calles el 4 de marzo de 1929, dominó la vida de México desde entonces y hasta el año 2000, cuando perdió la Presidencia de la República por primera vez. En 2012, en un juego consensuado con el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa del Partido Acción Nacional (PAN), volvió al poder pero sólo lo retuvo seis años y lo perdió en 2018, con Andrés Manuel López Obrador.

Alejandro Moreno Cárdenas asumió la dirigencia nacional del PRI en 2019 y se ha mantenido en el cargo a pesar de exigencias de otros líderes de que renuncie por las constantes derrotas electorales. Una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le permitirá estar hasta 2024 como presidente del partido pero las reformas que plantea realizar podrían extender su mandato.

En las elecciones presidenciales de 2024, aliado con el PAN y con el PRD –que ha desaparecido– el PRI alcanzó los peores números de su historia. Se transformó en un partido con apenas territorio, y sus posiciones en el Congreso se redujeron a niveles nunca antes vistos desde 1929, lo que podría convertirlo en una fuerza de justos cien años, si desaparece en 2030, en la siguiente elección presidencial.

El PRI de Moreno Cárdenas obtuvo cinco millones 399 mil 566 votos en 2024, apenas 9.6665 por ciento de la votación. El partido que dominó México durante décadas bajó, por primera vez, a menos de dos dígitos.

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