El Universal
La Unidad Técnica de Fiscalización del INE envió un oficio al PRD para que entre en una “etapa de prevención”, ya que está en riesgo de perder el registro como partido político.
Según los cómputos distritales, el sol azteca no alcanzó el umbral de 3% mínimo en la elección presidencial ni del Congreso, requisito establecido en la ley para conservar su registro.
De forma preventiva, informó que podrán realizar gastos mínimos de preservación de personal, impuestos, gastos de mantenimiento y servicios públicos, mismos que deberán ser autorizados por la Unidad Técnica de Fiscalización.
En caso de declararse la pérdida de registro, al concluir las impugnaciones se iniciará la fase de liquidación.
La Sala Superior del Tribunal Electoral tendrá hasta agosto para resolver las impugnaciones sobre la elección, ya que el PRD tratará de sumar más votos por esta vía.
En los próximos días, la Comisión de Fiscalización sorteará de la lista de especialistas en concursos mercantiles a quien fungirá como liquidador del partido, en caso de concretarse la extinción.
El partido recibe un financiamiento público mensual de 39 millones 377 mil 785 pesos.
En la Presidencia, como parte de la coalición Fuerza y Corazón por México, que abanderó a Xóchitl Gálvez, el PRD aportó un millón 121 mil 20 votos, equivalente a un 1.8%, de acuerdo con los cómputos distritales. Incluso, los votos nulos superaron los apoyos al partido para la elección presidencial, con un millón 400 mil 144 sufragios, 2.3%.
En el caso del Senado, el sol azteca obtuvo un millón 363 mil 12, 2.2% de todos los apoyos.
En la Cámara de Diputados se repite el mismo escenario, donde obtuvo un millón 449 mil 660 sufragios (2.4%), su votación más alta, pero insuficiente para mantener vivo al partido.
El dirigente del PRD, Jesús Zambrano, señaló en entrevista con este diario que en caso de perder el registro, el partido se reconstruirá con otro nombre.
Argumenta que la situación que vive el PRD se explica por la elección de Estado que vivió el país, pero reconoce también que la gente dejó de confiar en los tres partidos de la alianza opositora.