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Amnistía Internacional (AI) mostró este viernes (03.05.2024) su preocupación por los posibles impactos a los derechos humanos que tendría un reciente cambio a la Constitución aprobado en El Salvador y que abre la puerta a reformas expeditas.
«Surge la preocupación legítima de que esta reforma constitucional pueda abrir la puerta a futuras modificaciones normativas en la carta magna que tiendan al menoscabo de los derechos humanos en la legislación nacional», sostuvo en un comunicado Ana Piquer, directora para las Américas de AI.
En su última sesión plenaria, la legislación 2021-2024 aprobó una reforma exprés del artículo 248, con la que se establece que un mismo Congreso puede aprobar y ratificar reformas a la carta magna, vigente desde 1983.
«Este nuevo método de reforma constitucional, que se pretende aplicar, tiende a reducir drásticamente el espacio para el debate, la reflexión y a limitar la participación de las personas en los asuntos de interés público», dijo la representante de AI.
De acuerdo con AI, «los retrocesos que, en materia de derechos humanos, especialmente los civiles y políticos, ha registrado El Salvador en el último quinquenio son alarmantes».
«Durante los últimos tres años, la super mayoría del oficialismo en la Asamblea Legislativa ha sido una pieza clave que posibilitó, entre otras cosas, la erosión de la independencia judicial, el debilitamiento de los mecanismos de control y rendición de cuentas», apuntó AI.
El 1 de mayo de 2024 tomó posesión la nueva legislatura, que debe ratificar la reforma para que entre en vigor y que nuevamente es dominada por el partido del presidente Nayib Bukele, Nuevas Ideas.
En septiembre de 2020, Bukele designó a su vicepresidente, Félix Ulloa, para coordinar el estudio y propuesta de reforma a la Constitución. Fue en septiembre de 2021 que Bukele recibió un anteproyecto para reformar más de 200 artículos de la carta magna. Sin embargo, este documento no ha sido presentado ante el Parlamento.