Filiberto Silva
Mario era corresponsal de El Heraldo de Chiapas, pero casi siempre solía hablarme por teléfono para decirme:
— Jefe, le pido un favor, ya ve que esos cabrones del periódico si no es paga no te publican notas que sean denuncias o vaya en contra de sus intereses, no le publican a uno. Tengo una nota buena donde se exhiben las chingaderas de tal o cual alcalde, écheme la mano, pero no le ponga mi nombre para que no se molesten ni usted tenga problemas.
— Claro, mándamela, con gusto, le respondía.
Así era casi siempre. En ese medio le pagaban pero su verdadero periodismo lo hacía en otras instancias informativas.
Hoy por la mañana, el gremio periodístico, así como la familia de Mario Leonel Gómez, exigió que se aclare quién o quienes son los verdaderos autores intelectuales de su asesinato ocurrido hace un año en las puertas de su domicilio, en Yajalón, Chiapas.
El principal sospechoso sigue siendo, a decir de la familia, el ex alcalde Leonardo Guirao, a quien, dijeron, la Fiscalía General del Estado, mandó a citar, pero sólo para preguntarle: ¿tú mataste a Mario Gómez? Obvio, lo negó. De ahí en adelante el caso está trabado, hay mucho dinero de por medio, acusa Henry, el hermano de Mario.
