Adriana Guillén Hernández, 8va Regidora del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, pidió a las autoridades tener presente que si bien es benéfico para la ciudad contar con más patrullas, también es importante que los presupuestos en el rubro de Seguridad aumenten, para mantener a estas unidades en óptimas condiciones.
Explicó que las patrullas con que actualmente cuenta el gobierno municipal se adquieren en modelo de arrendamiento, «pues la conviene más a la administración pagar una mensualidad a la arrendadora, pues ésta es la que realiza los servicios que necesitan los vehículos, es decir, cambios de aceite, balatas y demás los efectúan ellos, y así el Municipio ahorra recursos».
En entrevista, comentó que al terminó del contrato de arrendamiento, el cual es de tres años, el Municipio se convierte en el dueño de estos automotores, con lo cual todo su mantenimiento queda bajo su responsabilidad.
En cuanto a la reciente entrega, por parte del gobierno del estado, de patrullas, moto-patrullas, uniformes y equipamiento a la Policía Municipal de Tuxtla, la funcionaria detalló que lo anterior es gracias a que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública recibe un recurso denominado FAS con el que apoya a todos los municipios en materia de Seguridad.
«Con este presupuesto se compran patrullas, uniformes y demás equipamiento y se va dotando a los municipios de lo que se necesita. En esta reciente entrega se dio al gobierno de Tuxtla un total de10 moto-patrullas y cuatro patrullas pick-up éstas últimas adquiridas con mezcla de recursos estatales y municipales», reveló.
Respecto a si consideraba que dotando de más patrullas a las corporaciones de seguridad se inhibirán los delitos en la capital de Chiapas, Guillén Hernández enfatizó que según cifras oficiales el ilícito que más se comete en Tuxtla es la violencia familiar, seguido de riñas callejeras, «por lo que contar con más de estas unidades abona a tener más seguridad».
Sin embargo, destacó que falta equipar mucho más a las instituciones del orden, además de que los servidores públicos recuerden que tener más equipo implica destinar más presupuesto para mantenerlas en óptimas condiciones. «Cuando inició el primer trienio de este gobierno, en 2018, hallé que se tenía más de 80 motos con dos años de servicio, pero que estaban desvieladas».