AÑO DE GRAVE ESTIAJE
MISAEL AUTE
Francisco Javier Jiménez González, director de Parque Nacional de la Biósfera del Volcán Tacaná, vaticinó un año complicado en cuanto a incendios forestales y lamentó que las actividades agrícolas realizadas alrededor del coloso sigan siendo las que causan mayor alerta en este sentido.
Adelantó que se trabaja para prevenir estos eventos de fuego por medio de la conformación de brigadas con voluntarios de los poblados cercanos al parque, así como de los propios prestadores de servicios turísticos. “Son éstos últimos quizá los más preocupados, pues una conflagración acaba con los paisajes y son precisamente la visita a éstos los que sustentan la actividad”.
Detalló que pese a ser esta zona una de las que registra el mayor índice de lluvias en la entidad, los datos más recientes proporcionados por las autoridades federales señalan que 2020 será un año “seco”. “Por ello, la temporada de estiaje es en la que debemos estar más alertas”, dijo.
En este sentido, adelantó que pese a que el personal inicialmente referido se mantiene en constante capacitación, “en próximas semanas una persona viajará a Estados Unidos para un curso especializado contra incendios, pues el deseo es prevenir el mayor índice de riesgos en el ecosistema”.
Al ser interrogado sobre las quemas que han causado mayores daños en el área, el funcionario recordó que en 2018, se registró un evento en el que se emplearon 20 días para sofocarlo y que consumió 72 hectáreas. “Fue complicado el combatirlo, pues fue a una altura de tres mil 800 metros”.
Tras destacar que el volcán es una de las bellezas del estado con características únicas, como el de contar con una topografía con pendientes de 60 grados, Jiménez González refirió que el año pasado se suscitaron cuatro conatos de incendios que acabaron con 25 hectáreas. “Afortunadamente se combatieron casi al instante, por lo que no hubo mayores afectaciones”.
Respecto a las actividades agrícolas que ponen en riesgo al coloso, subrayó que las tareas de roza, tumba y quema que realizan los labriegos para la preparación de los terrenos de siembra, es lo que en gran medida provoca incendios en los alrededores del cráter.
