Antes de que Vicente Fox Quesada asumiera la presidencia en el 2000, el rancho San Cristóbal obtuvo 13 concesiones para explotar grandes cantidades de agua en San Francisco del Rincón, pero las empresas agrónomas de la familia estaban en quiebra. En la actualidad, el acuífero de León, que suministra agua a estos cultivos, tiene hoy un déficit de agua importante.
Otros proyectos con los que los Fox se han beneficiado de los recursos de Guanajuato tienen que ver con el altruísmo. En las redes sociales los pobladores de San Miguel Allende tratan de evitar que una reserva natural sea empleada para la construcción de un centro de rehabilitación. Mario Hernández, activista de la zona, considera que es un falso altruísmo que tiene de trasfondo intereses inmobiliarios.
Sin Embargo
Ciudad de México.-En Guanajuato, la familia Fox explota a voluntad la tierra, el agua y demás recursos naturales para beneficio de sus negocios y de sus fortunas, denuncian organizaciones y activistas en redes. Una práctica en el núcleo familiar que ha persistido por más de dos décadas bajo el cobijo de las autoridades locales y megaempresarios que fungen como sus asociados que los han convertido en “los reyes del brócoli”, de acuerdo con denuncias.
En la actualidad los Fox son señalados en San Miguel Allende por su intención de apropiarse de 20 hectáreas de una reserva ecológica ubicada en el municipio, uno de los más turísticos de Guanajuato.
Su objetivo sería desarrollar un complejo de negocios que les permitan financiar el Centro de Rehabilitación Integral de San Miguel de Allende (CRISMA), mismo que adhirieron en 2015 a la fundación Vamos México, A.C. y para el que en 2017, ya habían conseguido que el Ayuntamiento de dicho municipio les donara dos hectáreas de la reserva con el fin de construir en ella una nueva sede para este centro.
La indignación por este tema ha trascendido a las redes sociales, a raíz de que se difundió que el ex Presidente solicitó al Gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo anexar las 20 hectáreas adicionales a su proyecto durante la inauguración de las nuevas instalaciones del CRISMA desarrolladas en el predio que obtuvieron en 2017.
En la Red, las protestas resurgieron a finales del 2019 por las afectaciones ecológicas que tendría el donar una parte adicional de la reserva a los Fox y por la discrecionalidad con la que el ex Presidente y su esposa, Marta Sahagún, han sido favorecidos desde hace años por los Gobiernos de Guanajuato para recibir este tipo de apoyos a costa del patrimonio público a pesar de las denuncias de enriquecimiento ilícito que sopesan sobre sus cabezas.
CORREDOR BIOLÓGICO AMENAZADO
En entrevista con SinEmbargo, Mario Hernández, director del Jardín Botánico El Charco del Ingenio, una de las organizaciones que se posicionó en contra de la solicitud de los Fox, mencionó que la reserva fue decretada en el año 2005 y en la actualidad comprende 380 hectáreas que integran cuatro predios: El Obraje, el parque Landeta, el Parque Bicentenario, y el Jardín Botánico El Charco del Ingenio.
La zona ecológica se encuentra al norte de la población de San Miguel de Allende y funciona como un corredor biológico que según el ambientalista al ser fraccionado implicaría riesgos para la ciudad. La deforestación de la zona incrementaría los escurrimientos hídricos, afectaría a la flora y a una gran cantidad de especies migratorias, y finalmente deterioraría la calidad del oxígeno por lo que, según Hernández, su preservación es necesaria.
Sin tomar en cuenta esta consideración, en 2017, Vicente Fox y su esposa Martha Sahagún lograron que el Ayuntamiento de San Miguel Allende, entonces a cargo del panista Ricardo Villareal García, les donara dos hectáreas para la construcción de nuevas instalaciones para el CRISMA.
Además de ignorar las protestas de la población, el ambientalista Mario Hernández indicó que el procedimiento se realizó a discrecionalidad y sin realizarse los estudios de impacto ambiental adecuados.
“La legislación estatal, el código territorial, en el artículo, si no me equivoco el 89, establece que para cualquier actualización, modificación de áreas naturales protegidas de carácter estatal o zonas de preservación ecológica, se deberá llevar a cabo el mismo proceso que se llevó para su declaratoria.
Es decir, para poder reducir o cambiar o modificar una zona de preservación ecológica se requiere un estudio de impacto ambiental, un estudio previo justificativo, una consulta con la población y posteriormente un análisis científico, cosa que no se llevó a cabo”, sostuvo el ambientalista.
Detrás de la intención filantrópica de los Fox, Mario Hernández considera que el matrimonio oculta intereses económicos dado que San Miguel de Allende, es un municipio turístico en el que se ha desatado un boom inmobiliario en los últimos años y que ha dejado negocios millonarios a los inversionistas de la región.
“El poder de desarrollar fraccionamientos, condominios en San Miguel de Allende ha representado una ganancia millonaria para unos pocos que se han beneficiado de esa declaratoria. Entonces Vicente Fox también entendiendo el gran potencial en términos de negocios quiere de nuevo también ser parte de esa oportunidad para poder seguir lucrando con algo que nos pertenece a todos”, aseguró el activista.
ACUÍFERO DE LEÓN: ORO PARA LOS FOX
Los Fox extienden largas raíces en Guanajuato, donde sus negocios no solo se centran en las fundaciones caritativas, sino también en una pujante industria agrícola de exportación que se desarrolla en el estado a costa de la explotación del agua de la región hidrológica Lerma-Santiago.
Mario Hernández también mencionó a este medio que Guanajuato padece una severa crisis por el agua, y que a pesar de ella, la agroindustria a gran escala ha transformado la vocación agrícola del estado.
De acuerdo con el ambientalista, los cultivos de hortalizas para exportación fueron impulsados sobre todo durante la gestión de Javier Usabiaga Arroyo, ex titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) durante el sexenio de Vicente Fox.