Vía masdemx.com
El náhuatl, la lengua más hablada por los pueblos prehispánicos, incluyendo a los aztecas, significa sonido claro o agradable. Esta es considerada una lengua de sonido dulce, su origen está relacionado directamente con la armonía. Por ello, el náhuatl podría ser uno de los idiomas más enternecedores del mundo.
Se sabe que los hablantes del náhuatl tenían la cariñosa costumbre de nombrar las palabras en diminutivo, de ahí que a los mexicanos les viene esta común práctica. También, se sabe que los aztecas, aunque eran muy recios en la manera de educar a los niños, eran, asimismo, muy cariñosos con ellos. En la cultura náhuatl la familia era por demás medular y los niños quizá el principal motivo de unión de esta.
La diversidad de palabras para nombrar a los infantes es una muestra de la importancia que otorgaban los pueblos nahuas a los niños, por ejemplo una palabra cuyo significado es “niño querido o amado hijo”, piltsintli. También, una designada para los guardianes antes del nacimiento de los niños, chichiualkuauko, que significa árbol nodriza alimenta a las almas de los niños antes de nacer.
Compartimos una muestra de la diversidad de términos empleados por los nahuas para referirse a los niños.
Chilpayatl: chilpayate: bebé de rebozo o niño de brazos
Chiquitl: chico, pequeo, criatura
Chiquiton: chiquito, pequeñito
Chiquitzin: chiquitín, pequeñín
Icniuhpilli: amiguito (para referirse a los niños)
Tlayacoxtli: criatura, crío
Piltontli: niño, infante, muchacho
Piltsintli: querido niño, amado hijo
Pipiltoton: niños, varones, hombrecitos, muchachitos